PLANO DEL RECORRIDO
Calderas y Cascada del Río Cambrones
El cambroño o cambrón (Adenocarpus hispánicus), especie de
piorno de flores amarillas, perteneciente a la familia de las leguminosas, cuyo
hábitat se reduce en la sierra de Guadarrama a su parte central, desde El
Espinar a Valsaín y el valle de Rascafría, cedió su nombre, por su abundancia
en el entorno, al río que es objeto de
nuestra marcha.
El río Cambrones nace a 1880 mts. de altitud junto al Puerto de
Malagosto, que separa esta ladera de la sierra de Guadarrama con el valle de
Rascafría y tras aproximadamente catorce kilómetros de alocada carrera por
estrecho valle, con empinadas laderas y angostos pasos entre las peñas, va dando
lugar a numerosas pequeñas cascadas y remansos para más tarde desembocar en el
Embalse del Pontón Alto, junto a la
Granja de San Ildefonso, bajo el puente denominado de La Máquina , situado en la
carretera que une esta ciudad con Torrecaballeros.
A nueve kilómetros de su nacimiento su vertiginosa caída se
frena formando pequeñas pozas que configuran rincones de extraordinaria belleza
y que fueron aprovechadas pera el baño en tiempos recientes.
En este tramo el río parece ser frontera entre dos laderas muy
diferentes, el cerro de la
Atalaya , en su margen derecha, prácticamente sin vegetación y
enfrentándose a él, en su margen izquierda, el cerro de Saltillos que aparece
cubierto de arbolado al incluirlo Carlos
III en el patrimonio real como bosque de caza.
Las márgenes del río hasta Las Calderas ofrecen una vegetación
fresca y variada, álamos, fresnos, sauces y hasta un humilde guindo que da
nombre a una de las pozas. Abundan también los rosales silvestres y majuelos
entre los arbustos y en el cerro de la Atalaya es abundante encontrar siempre verde y en
este tiempo florecido, grandes manchas de cambroño.
Las pozas y saltos de agua siguen siendo numerosas en este
tramo, pero en esta salida no podremos llegar hasta las últimas porque la
fuerte corriente del río impide cruzar, por un estrecho paso entre peñascos, hasta
la orilla opuesta por la que tendríamos que continuar siguiendo un sendero
entre peñas. En su lugar subiremos a una zona más elevada del camino en la
margen izquierda por la que llegamos y desde allí divisaremos no solo nuevas
pozas y cascadas sino también la grandeza de este pequeño río.
A lo largo de la primera y última parte de nuestro recorrido que
se hará por pistas de tierra, cerradas a ambos lados para evitar salidas de
ganado, encontrando abundantes robles, fresnos, algunos de notable diámetro o
algún álamo también entrado en años. Helechos y otras especies como tomillo,
cantueso y abrótano hembra son también
abundantes en la zona. Vacas y
caballos serán de nuevo nuestros espectadores desde las fincas colindantes.
La ruta parte de la calle Mata de Sauca, junto a la Real Fábrica de Cristales de la Granja y continúa por la
pista de tierra, en un recorrido circular que no abandonaremos hasta el punto
(1), marcado en el mapa, donde tomaremos un sendero que sale a nuestra derecha
después de pasar un portón o una pasarela peatonal. Este sendero llega hasta el
río y una vez cruzado por un puente de madera tomaremos, a nuestra derecha, un
nuevo sendero, también con portón y puerta peatonal de entrada (2), para seguir
ascendiendo junto al cauce del río hasta una caseta de control de la toma de
agua para una acequia, marcado con el número (3) en el plano.
Desde este punto el camino, ahora sendero, continúa ascendiendo
por la margen derecha del río hasta Las Calderas. Tomando algunas veredas que
parten de él podremos acercarnos hasta el borde del agua y conocer alguna de
ellas y otros rincones sumamente atractivos.
Para la vuelta y una vez, de nuevo, en el punto (3) nos desviaremos por la pista
que desde allí arranca en dirección oeste, hasta el punto (4), junto a unas
construcciones, en el que lo
abandonaremos, tras cruzar la acequia para seguir por un nuevo camino hasta llegar
al punto (2), ya conocido y desde allí, desandando el tramo que nos trajo hasta
él, llegaremos de nuevo al portón (1) desde el que continuaremos continuando la
pista, a nuestra derecha, hasta llegar al núcleo urbano y a nuestro autocar,
siguiendo las calles Arrabal de Vacas y Paseo Pocillo.
LAS FOTOS DE LA DESCUBIERTA
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