Salida: Meseta y Laguna del Campillo. Rivas Vaciamadrid
Ruta:
Circular -Recorrido: 11,5 km- Desnivel
máximo: 140 m.- Dificultad: Baja - Duración: 3:30 h.
PLANO DEL RECORRIDO
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO
Esta salida nos va a
permitir disfrutar de un ecosistema diferente al que estamos acostumbrados en
la sierra de Madrid y seguro que también nos hará meditar sobre la anarquía
urbanística que ha imperado en nuestro país durante los últimos tiempos.
Durante la primera parte
del recorrido caminaremos sobre la pequeña meseta del Campillo de San Isidro,
junto a los límites de Rivas-Vaciamadrid, siguiendo el llamado Camino del Monte
o Ruta de los Cantiles que discurre bordeándolos. Esta formación marca el
límite entre la meseta y la vega, desplomándose, prácticamente de modo
vertical, sobre el cauce del río Jarama, con alturas de hasta 75 m. Posteriormente
y tras un pequeño recorrido campo a través, alcanzaremos un nuevo camino o senda que nos devolverá
cerca del punto de partida.
La zona esta,
geológicamente, enclavada sobre una auténtica mancha de calizas, margas que
afloran por doquier y sobre todo yesos, que en su día fueron explotados industrialmente.
En el interior de la meseta la escasa vegetación nos muestra que se trata de un
suelo extremadamente calcáreo y seco sobre el que muy pocas especies vegetales
son capaces de vivir. Tomillo, romero, retama blanca, jarillas, hinojos, espartos
y no muchos más, componen el manto vegetal. Gracias a la repoblación forestal, aún incipiente,
en varias zonas podremos apreciar algunas
especies arbóreas que, sean o no
endémicas, son capaces de vivir en este suelo, entre ellas el pino carrasco y el
acebuche (olivo silvestre).
Desde el borde de los
cantiles veremos caprichosas formas rocosas talladas por el viento y el agua,
profundas cárcavas y en la lejanía la sierra de Guadarrama. A nuestros pies y a
lo largo de la vega, observaremos, seguramente con tristeza, como la mano del
hombre a destruido, de modo dudosamente justificable, lo que en un pasado no
muy lejano, fueron fértiles vegas, solo atravesadas por cañadas y caminos vecinales. Extensas zonas de
grandes y pequeñas industrias de todo tipo y núcleos urbanos, cubren la vega, hasta
donde nos alcanza la vista y a buen seguro han contaminado la zona, destruyendo
el ecosistema original y también uno de los más importantes yacimientos
arqueológicos de nuestra comunidad.
También podremos ver el
puente antiguo, sobre el río, del famoso Tren de Arganda, bajo el cual y
llegados de Madrid, en ese mismo tren, hasta la Estación de la Poveda , decenas de
madrileños se bañaban durante los veranos de los años cuarenta y primeros de
los cincuenta.
Completaremos
nuestro recorrido bajando hasta el río para visitar El Centro de Educación
Ambiental El Campillo, muy completo, bien presentado y situado en el centro de
una de las lagunas originadas por la extracción de áridos. Allí conoceremos las
especies vegetales y animales que poblaron y pueblan la zona o ver, de cerca, algunas
de estas últimas.
Ya
junto al río recorreremos un corto trozo de la antigua carretera de Valencia, ahora
fuera de servicio, aun adoquinada como hace más de ochenta años y el famoso
puente de hierro, construido en 1910 después de tener que cruzarlo con barcazas
hasta el siglo XIX y más tarde sobre sucesivos puentes de madera que el propio
río y el tiempo se encargaban de destruir.
Este
puente fue importante en La
Batalla del Jarama, durante nuestra guerra civil y por el
pasaron los cuadros del Museo del Prado y otros muchos, junto a numerosas joyas
de museos y palacios, cuando finalizando el año 1936 y siguientes, el gobierno,
sobre viejos camiones requisados, decidió trasladarlos, para protegerlos,
primero a Valencia, después a Barcelona y finalmente hasta Ginebra en Suiza. Se
cuenta que, por su tamaño, Las Meninas, de Velazquez, La familia de Carlos IV,
de Goya y alguno más, tuvieron que ser bajados de los camiones, para cruzarlos
a mano o sobre rodillos, en plena oscuridad de la noche, porque sobre el camión
tropezaban con la estructura superior del puente, ahora sustituida por otra más
sencilla.
Para
finalizar regresaremos por el mismo camino hasta el autocar.
LAS FOTOS DE ANTONIO FERNANDEZ
MIS FOTOS
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